La vida está para vivirla en plenitud, para disfrutarla de corazón. No te encierres en tus sufrimientos, no vivas la vida enfocándote en el dolor y lo negativo. La vida es y será como tú la quieras, ¡disfrútalo, vive con alegría en tu corazón!
jueves, 22 de mayo de 2014
NATILLA DE VAINILLA
INGREDIENTES
1 litro y medio de leche entera
8 Yemas de huevos XL (grandes)
8 cucharadas de azúcar glass
La cáscara de un limón
40 g de Maicena (harina fina de maíz) Este ingrediente es opcional
1 ramita de canela y 1 vaina de vainilla
1 cucharadita (tipo postre) de canela en polvo para espolvorear y decorar encima de las natillas.
6 galletas, las que más os gusten, pueden ser desde las clásicas María hasta las cuadradas tipo Tropical (que son las de las foto y que tenía en casa)
PREPARACION...
PREPARACIÓN PASO A PASO DE LAS NATILLAS:
Lo primero es preparar los ingredientes con los que vamos a aromatizar la leche. Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre. Abrimos la vaina de vainilla y sacamos las semillas que reservaremos para añadir más tarde a la leche.
Separamos un vasito de leche del total que vamos a emplear y lo reservamos. Calentamos el resto de la leche en un cazo a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego, añadimos las semillas de vainilla, la piel del limón y por último la canela en rama partida por la mitad. Dejamos todo en reposo infusionando durante 10 minutos.
Mezclamos la maicena en el vaso de leche tibia y juntamos sin que tenga nada de grumos, si es necesario le pasamos la minipimer. Separamos las yemas de las claras. Ponemos las yemas en un bol y batimos con el azúcar hasta que espumee. Añadimos el vaso de leche con la fécula de maíz disuelta. Volvemos a batir hasta que no queden grumos, tiene que quedar una masa homogénea. Reservamos.
Colamos la leche infusionada y la volvemos a añadir al cazo, calentamos a media ebullición y añadimos la crema del paso anterior. Lo vamos añadiendo poco a poco y mezclando con unas varillas o una cuchara de madera sin parar hasta que espese, no debe hervir en ningún momento, la textura de las natillas debe estar ligeramente espesa y sin grumitos. Es muy importante no dejar de remover pues puede llegar a quemarse o pegarse a la cazuela, el secreto como en casi todas las recetas es tener paciencia y no dejar de remover siempre para el mismo lado hasta que quede una crema homogénea.
Elegimos los recipientes donde vamos a presentar las natillas y vertemos las natillas en las copas, cuencos o cazuelitas a través de un colador para evitar que haya algún grumito (un truco por si acaso se ha formado alguno), dejamos enfriar a temperatura ambiente y después reservamos en la nevera, para evitar que se forme costra tapamos con un film transparente.
Una vez que las natillas estén frías sólo tenemos que decorarlas con una galleta a vuestra elección y espolvorear con un poco de canela en polvo.
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